La sanación del niño o la niña interior es sumamente importante. Nuestro niño interior, necesita sanar las heridas de la infancia y tener el reconocimiento de sus progenitores. Es una de las claves importantes para poder fortalecernos como personas y evolucionar en nuestra vida.
Para sanar a nuestro niño o niña interior, lo primordial, es identificar en qué momento se produjeron las heridas. Será necesario distinguir si fue en la gestación, o a lo largo de nuestra infancia y en que etapa.
Este trabajo, nos hará recuperar el reconocimiento que quizá nunca tuvimos, y elevará nuestra autoestima y poder.
¿Cómo puedo hacer esta sanación?
Para realizar esta sanación necesitarás la ayuda de un canalizador de registros akáshicos, pues es en la conexión con tus guías, como mejor y más fácilmente podrás acceder a tu niño o niña interior.
El trabajo consiste en pedir perdón a nuestro niño interior por habernos alejado de él, darle amor y asegurarle que vamos a estar a su lado para sanar juntos las heridas del pasado.
Será necesario llamar a nuestros padres, para poder sanar las relaciones con ellos, que nos reconozcan y nos amen tal y como somos, perdonando y pidiendo perdón por lo que haya sucedido. Debemos reconocerlos y agradecerles por habernos dado la vida.

La sanación de nuestro niño o niña interior es un trabajo muy reconfortante, pero no debemos olvidar que a parte de este trabajo, seguimos sanando a nuestro niño o niña, cuando nos dedicamos tiempo a nosotros mismos, recuperando en cierta manera el tiempo perdido.
Puedes incluso escribirte una carta a ti mismo, indicando todo lo que te gusta de ti, todo aquello que adoras, dándote las gracias por la vida, y agradeciendo todo lo bueno que tienes. Quizá al principio sea un poco difícil, pero a medida que pasen los días, será un poco más fácil.
Recuerda repetirte cada día:
«Yo me amo, Yo me acepto, Yo me perdono, Yo me libero»
0 comentarios